En Japón, enero no sólo marca el comienzo del nuevo año en el calendario gregoriano, sino también la celebración de un importante festival cultural: el Hatsumode. Arraigado en la tradición sintoísta y budista, este acontecimiento atrae cada año a millones de japoneses y visitantes por igual.
Hatsumode, que significa literalmente «primera visita a un santuario», es una experiencia única que simboliza la renovación espiritual y la esperanza en el año venidero. Muchos japoneses visitan santuarios y templos en los primeros días de enero para rezar por la salud, la prosperidad y el bienestar en el año venidero.
Dónde celebrar el Hatsumode
Uno de los destinos más emblemáticos del Hatsumode es el Santuario Meiji de Tokio. Dedicado al Emperador Meiji y a la Emperatriz Shoken, este santuario atrae a multitudes con sus majestuosas puertas torii y su sereno paisaje boscoso. Los visitantes hacen ofrendas, escriben deseos en placas de madera llamadas ema y participan en rituales tradicionales.
Otro acontecimiento destacado en enero es Toka Ebisu, en el santuario Imamiya Ebisu de Osaka. Centrado en torno a la deidad Ebisu, dios de la prosperidad y la pesca, este festival atrae a comerciantes y empresarios que buscan fortuna en el nuevo año. Los visitantes pueden disfrutar de vibrantes puestos de comida, juegos y rituales especiales.
Importancia del Hatsumode
El Hatsumode no es sólo una celebración religiosa; también refleja la rica cultura japonesa. Las calles se llenan de coloridos festivales y la gente se pone los kimonos tradicionales para la ocasión. Además de las visitas a los santuarios, las familias se reúnen para compartir comidas especiales, como el ozoni, una sopa de Año Nuevo.
En resumen, enero en Japón no es sólo un mes de transición, sino el comienzo de un viaje espiritual y cultural. El Hatsumode, con su mezcla de tradición y festividad, ofrece a todos la oportunidad de reflexionar, celebrar y mirar con esperanza lo que nos depara el nuevo año.